Videos Youtube

17 sept 2012


¿Y LA USCO PARA DÓNDE VA?


Gradualmente la Universidad colombiana padece transformaciones con repercusiones evidentes en su esencia. La política privatizadora impuesta por el modelo económico actual ha permeado su naturaleza; la financiación, consignada legalmente como compromiso del Estado, ha cedido para dar paso a la sobrevivencia con base en recursos provenientes de la venta de servicios, expresión clara del traslado de la responsabilidad Estatal a las clases menos favorecidas económica, social y políticamente que terminan siendo las más afectadas por este tipo de medidas excluyentes e inequitativas. Esta orientación economicista, junto a la exigencia de ampliar coberturas sin aumentar la planta Docente ni afectar el presupuesto, ha impactado negativamente la calidad de la educación y precarizado las condiciones para el ejercicio de las actividades docentes, investigativas, formativas y de proyección social.

En el caso particular de la USCO, la participación del Estado en su financiación bordea el 40% correspondiéndole a ésta asumir el 60% complementario con recursos propios. De tiempo atrás, se registra déficit en la infraestructura física, así nos quieran hacer creer que tal situación no es cierta. Las manifestaciones más notorias y evidentes de la misma son: Déficit de aulas, deterioro notable de la mayoría de las existentes y carencia, en lo fundamental, de los recursos didácticos y técnicos para el soporte del ejercicio académico. Falta absoluta de ambientes de aprendizaje apacibles, hacinamiento en las oficinas de los profesores, escasas zonas de parqueo, aires acondicionados en mal estado, incipientes programas de bienestar. La biblioteca aún no funciona, las bases de datos son insuficientes e inestables, la Internet es un desastre y por su puesto la tan cacareada conectividad es limitada. Especial atención reclaman las condiciones de precariedad en las que se ha iniciado el segundo período académico de 2012. Pese a la construcción y edificación de dos nuevos bloques (Artes y Economía), con los cuales se esperaba superar falencias protuberantes, continúa el desfile de silleteros, pero no de aquellos adornados con exóticas y coloridas flores, sino de estudiantes que pierden parte de sus clases y hacen perder parte de otras en búsqueda de sillas y de salones con nomenclaturas extrañas o que, simplemente, no existen.

Aunado a lo anterior, se vienen intensificando la tramitomanía excesiva y el marcado centralismo en la toma de decisiones político-administrativas y académicas. Los Consejos Superior y Académico han amañado sus composiciones manteniendo, el primero, la Curul del Gobernador con lo cual la representación del Gobierno hace permanente mayoría (Y, se violenta la AUTONOMIA) y; en el caso del Académico se apoderaron de él los Decanos, contrariando lo dispuesto en el artículo 68 de la Ley 30, negando y desconociendo la participación de Profesores y Estudiantes. En estas circunstancias el ejercicio de la Autonomía y la participación comunitaria, consignadas tanto en la Ley como en la normatividad interna, son letra muerta y bosque talado por el cual se pasean, sin consideración ni respeto, quienes detentan, transitoriamente, el poder de la administración.


Cada vez que se requiera favorecer un amigo, un pariente, un miembro de la administración o simplementeagachar la cabezapara obedecer sumisamente las imposiciones del gobierno nacional y conjurar los fantasmas de lasIASse reforma cuanto estatuto, acuerdo o resolución sean necesarios. Los Estatutos General y de Docentes son verdaderascolchas de retazos; deberíamos decircolchas de caprichos. Se percibe inequidad en el acceso a los recursos para el desarrollo de las diferentes funciones misionales; es el caso, por ejemplo, de la investigación donde se privilegia los proyectos orientados por los intereses del mercado y las perspectivas de la rentabilidad y se desestimula los que proponen responder a las necesidades de las comunidades del entorno social tal y como lo registra la manoseada e irrespetada VISION de Nuestra Universidad. Igual sucede con la proyección social; se ha mercantilizado convirtiéndose en el gran negocio de ocasión entorno a los denominados Fondos Especiales de las Facultades.


Mientras la Universidad parece ser manejada administrativamente por contratistas, los encargados de trazar las directrices académicas, quienes convirtieron el Consejo Académico en un Club de Decanos, sin sonrojos ni cortapisas morales aprueban la modificación de uno de los requisitos para acceder al cargo como Decano (de maestría se baja a especialización) con el fin de que adquiera el derecho al reconocimiento de la prima técnica; dejando así no sólo una puerta abierta a la intromisión clientelar en la designación de estos cargos sino, tal vez lo fundamental, una deteriorada, desprestigiada y desautorizada imagen de quien ha sido Mítico en la estructura organizativa de Las Universidades: EL DECANO. El Comité de Selección y Evaluación Docente sin representación de la academia se convierte en Comité Técnico de la Vicerrectoría.

Por si todo lo anterior es poco, se proyecta la vinculación deasistentes de cátedra, con el sofisma de aumentar la retención estudiantil de acuerdo con propuestas deInvestigacionescontratadas sin consultar a las Unidades académicas de la USCO conocedoras de estas problemáticas y con experiencia investigativa sobre las mismas. Mejor será asignar esos recursos para que las unidades académicas, luego de ejercicios investigativos y de seguimiento serio, definan y financien las estrategias a seguir.

Como quiera que los hechos referidos hacen parte de planes y programas diseñados por los organismos financieros internacionales para abrir nuestro país al mercado de la educación superior y profundizar los desniveles socio-económicos que soportan la inequidad del perverso modelo Neoliberal, nos corresponde a Profesores, Estudiantes, Trabajadores, Padres de Familia y Ciudadanía en general fortalecer los espacios organizativos y movilizarnos no sólo en defensa de la Educación Pública y Gratuita sino por la autonomía, la independencia y la soberanía de nuestro país, en defensa del territorio, los recurso naturales, mineros y energéticos y por la construcción e implementación de un proyecto político, Social, Económico y Cultural, con garantías para el pleno disfrute de condiciones de bienestar tanto material como espiritual para todos.

Debemos empezar por recuperar los espacios perdidos al interior de la Universidad, movilizándonos, denunciando públicamente la falta de liderazgo, compromiso, competencia, arbitrariedades y abusos de poder cometidos por los Administrativos; acrecentando la rebeldía estudiantil y nuestra capacidad de resistencia y, de ser necesario, acudir a la demanda judicial. En tal sentido convocamos a los Profesores, Estudiantes y Trabajadores de La Universidad.

Neiva, septiembre 17 de 2012


JUNTA DIRECTIVA DE ASPU SECCIONAL HUILA



1 comentario:

Profesor inquieto dijo...

Este es un escrito de esos que no señalan algo concreto y se pierden en la neblina de la generalidad