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21 sept 2012

EL EMPOBRECIMIENTO Y LA TUGURIZACIÓN ACADÉMICA DE LA USCO

La notoria insuficiencia y la creciente precarización de los espacios académicos son otro de los signos manifiestos del deterioro paulatino y la decadencia de la Universidad Surcolombiana, consecuencia principalmente de la política neoliberal de desfinanciación y ampliación de coberturas impuestas a la educación pública. Pero también obedece, de manera significativa, a la anuencia, la proclividad a acatar acríticamente las directrices ministeriales y los dogmas del mercado, a la falta de  compromiso con la misión institucional, a la ineficiencia, incompetencia y falta de liderazgo de quienes dirigen y administran desvergonzadamente nuestro claustro académico. 

La infraestructura, los espacios, las condiciones de ocupación, el equipamiento, los recursos tecnológicos y los servicios básicos de apoyo a los procesos académicos son elementos indispensables para el desarrollo y la cualificación de las actividades misionales de nuestra institución, relacionadas con el aprendizaje, la enseñanza, la investigación y la proyección social. La carencia de estos elementos, el mal estado, su deterioro, la ocupación y el uso de los mismos en condiciones de degradación y de hacinamiento es lo que permite calificar como proceso de tugurización de las actividades académicas en la Universidad Surcolombiana, semejando lo que desafortunadamente sucede con los sectores sociales excluidos por el modelo capitalista de sociedad. Así lo corroboran las imágenes que acompañan este escrito, que no son simplemente instantáneas captadas por una lente fotográfica sino la cruda y cotidiana realidad de nuestra institución en decadencia.

A la ausencia de sillas y mobiliario en los salones de clase y a su trasteo permanente, fenómeno conocido en la USCO como el “desfile de los silleteros” se suma la falta de salones y el hacinamiento, tal como se aprecia en la imagen siguiente.


Debido a las necesidades académicas insatisfechas y a la falta de espacios, los estudiantes no tienen otra alternativa que tenderse en el piso o apostarse en pasillos, corredores y escaleras para desarrollar sus actividades de aprendizaje, situación que no solo es incoherente con una institución que pretenda ostentar un mínimo de calidad académica, sino que atenta contra la dignidad humana de nuestros estudiantes al albergarlos en tan degradantes condiciones.


 
  


No hay suficientes salas de estudio, sitios de conectividad eficaces en el campus universitario, puntos de acceso a fuentes de información académica ni zonas apropiadas para el trabajo por grupos y el aprendizaje independiente; tampoco para las actividades lúdico culturales, el diálogo social y el bienestar de los universitarios cuando están fuera del aula de clase. Por eso hasta la tertulia y el descanso en los intervalos de clase debe hacerse en el piso. Paradójicamente en la parte superior de la cartelera, encima de las estudiantes que trabajan en el piso se lee: “Alquiler de video beam y portátil por 12.000 hora”, porque en los salones no están instalados y disponibles para los estudiantes estos recursos.


 

La academia descendió al piso y a los corredores. Quien recorre la universidad tiene que sortear a los estudiantes con sus computadores portátiles desplegados sobre sus piernas, los libros y notas explayados por el suelo. Y si se ingresa a las oficinas de los docentes, en medio del hacinamiento en reducidos y atiborrados cubículos se suele encontrar estudiantes recibiendo asesorías y orientaciones de pie.


  La aberrante situación descrita tiene obviamente sus responsables: los que dirigen la institución y toman decisiones. Máxime si se tiene en cuenta que la relación entre administrativos y docentes está a la par, como lo mostraron estadísticas recientes. Pero los directivos y administrativos pareciera que no salen de sus cómodas oficinas de burócratas a otear el panorama. O son totalmente indiferentes e indolentes ante esta deplorable realidad. No se entiende qué sentido tienen las flamantes vicerrectorías académica, de investigación y administrativas que cierran sus ojos ante esta realidad que perdura en el tiempo. Del Consejo Académico, la unidad de planeación, el sonoro GTPA (grupo técnico de planificación académica) ni de Bienestar Universitario, entre otras instancias, se escuchan propuestas y soluciones perentorias, pues parece que les quedó grande la universidad, o mejor, la tienen por el suelo.

Es claro que esta responsabilidad no es transferible a docentes ni estudiantes, salvo aquellos que despiadadamente y sin razón destruyen el patrimonio público, quizás porque en su ignorancia desconocen que es parte de sus tributos directos o indirectos al fisco nacional y también les pertenece.


No queda otra alternativa para los estudiantes y docentes que padecemos este oprobio que manifestar nuestro rechazo. Rememorar la breve historia de nuestro claustro de estudios que registra como la universidad nació en la calle, lo cual denota que fue el resultado del clamor social y la movilización ciudadana en demanda de un centro de educación superior para la región. Es hora de que los universitarios nos levantemos del piso a donde nos han conminado para defender de nuevo la universidad de los estragos de la desfinanciación, la privatización y la degradación que le ha causado el modelo neoliberal en crisis; de la incompetencia de la actual administración. Lo menos que puede provocar esta situación es indignación, como la que expresa ese gran movimiento que recorre el planeta desde el epicentro de los negocios internacionales, Wall Street, pasando por la nación que nos conquistó y colonizó, por la vieja Europa, el norte del África y nuestra América, para impedir que nos arrebaten este patrimonio cultural que le pertenece a los ‘opitas’ al surcolombiano y a la nación.


… por que no queremos que nuestra universidad se empobrezca y tugurice, estamos indignados… !!!

3 comentarios:

♥♥♥aNiTa dInDa &; pAoLItA ♥♥♥ dijo...

Es la realidad!! la cruda realidad, estamos sometidos a este deficiente sistema educativo, pero aun mas triste, es saber que ninguno de nosotros esta haciendo Nada, por solucionar esto.
promovamos conciencia estudiantil, no seamos conformistas con lo que por derecho nos corresponde.

Profesor inquieto dijo...

y ahora se van a gastar la plata de investigaciones en el concurso "la mejor investigación". qué cursilería: tú me rascas la espalda yo te rasco. Mejor seria investigar cuanto se gasta la usco en la vicerrectoría de investigaciones y cual ha sido el impacto social de las investigaciones. No el impacto que se dice en el carrusel de los académicos

Intelectualidad Femenina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.